Acné

Acné

Es una enfermedad que puede afectar emocionalmente a una persona, debido a que el acné altera la forma natural de la piel y a pesar de que altera la piel también añade incomodidad al que lo padece porque al ser una enfermedad, tiene signos y síntomas.

Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a los adolescentes. 

Aparece principalmente en cara, espalda y tórax. Y las lesiones que pueden presentar con comedones, pápulas y pústulas; puede haber quiste, abscesos y cicatrices. 




Etiopatogenia


Los factores patógenos fundamentales son: queratinización folicular anormal, secreción sebácea aumentada, colonización bacteriana e inflamación local.


Cuando llega la pubertad, las hormonas androgénicas generan agrandamiento de las células sebáceas y secreción por medio de las mismas, junto con la hiperqueratosis de la pared, el foco folicular; originan la primera lesión del acné: COMEDÓN, formado por queratina, sebo, restos celulares y bacterias. 


Los comedones evolucionan a lesiones inflamatorias: pápulas, pústulas, nódulos y quistes en orden de gravedad. Todas ellas pueden dejar cicatrices.


La bacteria más frecuente es el Propionibacterium Acnes, el cual convierte los triglicéridos del sebo en ácidos grasos que tiene efecto irritante y favorece así la inflamación. Debido a que la producción sebácea aumentada, el ácido linoleico disminuye , y esto produce hiperqueratosis y decremento de la función de barrera de la piel. 


Las cicatrices son resultado de una resolución anormal del folículo sebáceo durante el proceso inflamatorio. 


El acné premenstrual ocurre en un 70% de las jóvenes entre el 2 y 7 día antes del inicio de la menstruación, debido a la hidratación del epitelio pilosebaceo y con un disminución del efecto antiinflamatorio que proporcionan los estrógenos y progesterona antes de su descenso. 


Clasificación 

Según el tipo de lesión predominante, el acné se clasifica en: no inflamatorio (comedónico), inflamatorio (papuloso), pustuloso, quístico, conglobata, queloideo y fulminans. Según la intensidad se puede clasificar en leve, moderado y grave.

Para evaluar la cantidad hay diversas formas una de ellas es que llamamos leve si hay menos de 20 comedones, menos de 15 lesiones inflamatorias o menos de 30 lesiones en total; moderada de 20 a 100 comedones, 15 a 50 lesiones inflamatorias o 30 a 125 lesiones en total; grave si hay más de 5 quistes, más de 100 comedones, más de 50 lesiones inflamatorias o más de 125 lesiones en total.


Manifestaciones clínicas

Las lesiones suelen aparecer al inicio de la adolescencia; se presentan en la cara, la frente, las mejillas, dorso de la nariz y mentón; a veces se extienden al cuello y el tórax. Al principio hay comedones cerrados (blancos) o abiertos (negros) que se transforman en pápulas y pústulas de diferente tamaño. 

Si estas lesiones no se manipulan, evolucionan y dejan una marca o mancha que desaparece; por el contrario, en caso de maltrato o cuando son profundas, como los quistes y abscesos, pueden dejar cicatrices. La hiperpigmentación posinflamatoria es más común en pieles oscuras, puede tardar meses en desaparecer y a veces es permanente. 

Entre las manifestaciones clínicas, los pacientes que padecen acné presentan unos signos en las áreas afectadas  y unos síntomas provenientes de la misma área. 

  • Dolor
  • Ardor 
  • Comezón
  • Producción excesiva de sebo
  • Enrojecimiento de la piel

Las cicatrices secundarias pueden depender de pérdida o daño de tejido (atróficas) o de aumento de tejido (hipertróficas y queloides). Las atróficas se clasifican de acuerdo con su anchura, profundidad y estructura tridimensional: en rollo (rolling) que son superfi ciales, suaves y con bordes no defi nidos, y desaparecen al distender la piel; en picahielo (ice pick) profundas y con abertura epidérmica estrecha, y en caja (boxcar) de bordes nítidos cortantes y fondo plano con profundidad variable.


Tratamiento

Consiste en eliminar los elementos patógenos, los signos y síntomas clínicos y prevenir la formación de cicatrices. Existen muchísimos medicamentos para el acné, pero el medicamento será indicado dependiendo de las necesidades del paciente.


La terapia tópica se considera el estándar de manejo en el acné leve. Pueden usarse comedolíticos, como peróxido de benzoílo al 2.5, 3, 5 y 10%; ácido retinoico (tretinoína o vitamina A ácida) al 0.010, 0.025, 0.05 o 0.10%, en crema, solución o gel. También jabones como akun al 1 o 2%, acnelak, etc. 

El peróxido de benzoílo usualmente se emplea en combinación con antibióticos, porque puede prevenir, o eliminar, o ambas, la resistencia terapéutica ante P. acnes. 

En el acné moderado e inflamatorio pueden usarse antibióticos tópicos como fosfato de clindamicina al 1%, o eritromicina al 2%, sola o con acetato de cinc al 1.2% en solución o gel. En caso de acné resistente a terapia tópica se recomiendan las tetraciclinas por vía oral. De éstas, se considera que la minociclina (50 a 100 mg/día) y la doxiciclina (50 a 100 mg/día) son más eficaces dadas sus propiedades lipofílicas que les permiten penetrar adecuadamente en los microcomedones.

Para eliminar el  acné  se necesita un tratamiento continuo y equilibrado. 


Cuidados a tener en cuenta

  • Lavarse la cara dos veces al día (mañana y noche).
  • No exprimirse las pápulas, pústulas etc.
  • No sobarse la cara (llevas suciedad de las manos a la cara y promueves la producción de otro brote)
  • Se constante con tu rutina de higiene facial y tus medicamentos.
  • Aunque es normal que te deprimas por como luce tu cara, ten en cuenta que es temporal y que pronto mejorara.



El acné no eres tu, es una enfermedad y tiene solución.

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